¿Qué valoramos como arte y qué como diseño?

La silla Red Blue (1918) de Gerit Rietveld tiene mucho en común con las composiciones de Piet Mondrian (Composition II in Red, Blue, and Yellow, 1930); tanto por su apariencia estética como por su impacto época. Los dos tienen una gran importancia y trascendencia en la historia del diseño y el arte como estereotipos o modelos. Pero sin embargo no son comparables económicamente. En las subastas los lienzos de Mondrian alcazan precios 30 veces mayores que la silla de Rietveld. Aunque las dos tengan un mismo peso simbólico, los lienzos de Mondrian tienen la calidad de arte y la Red Blue de diseño. El arte esta mejor valorado, por eso el valor en el mercado de las dos cambia. Pero, ¿porque no podemos considerar la Red Blue como arte?

El arte carece de utilidad y sólo es valorado por su cualidad estética y su capacidad de conmoción. En cambio, lo que se considera diseño debe tener una función, unas características que hagan que ese objeto sea útil. De manera que si el objeto tiene una función específica deja de poder ser calificado como arte por muy emotivo, bello o transgresor que sea. Cuánto más inútil sea una silla más cerca estará de calificarse como arte, y por lo tanto mejor valorada estará. Lo más inútil de lo útil es lo más valioso.